Bodas dibujadas con acuarela frente a la hiperdigitalización

BODAS.DIBUJADAS

Bodas dibujadas con acuarela frente a la hiperdigitalización

Hace meses recibí un sobre. En el sobre había un papel. En el papel, una acuarela. Y en la acuarela estaba yo. Confieso que necesité un rato para recordar quién estaba detrás de aquél impactante regalo que yo acababa de recibir. Ah, vale, por supuesto. María del Mar, de Bodas Dibujadas, acababa de cumplir su promesa. Y ahora la tengo delante, en la pantalla del ordenador, y está contándome su historia con la misma pasión amable y sencilla con la que pinta.

"Es cierto que las bodas están cambiando, y yo he notado esa evolución de lo familiar a lo instagrameable", me comenta María del Mar sin perder la sonrisa. "Antes, yo sentía que me contrataban siempre para dedicarle un rato de calidad a veinte o treinta invitados, o para hacer una acuarela de un momento concreto, con calma, pero cada vez es más frecuente que me insistan en la idea de pintar algo a partir de una foto, o a cuántos más mejor, y más rápido y más barato". Ella se resiste a pegar ese salto y en este artículo, palabra a palabra, voy a contaros por qué.


La experiencia compartida

Bodas Dibujadas no ofrece un producto. María del Mar se sienta entre los invitados y les dibuja en una cuartilla, es cierto. Pero lo más importante del proceso ocurre mientras ella, trazo a trazo, comparte con varias personas una experiencia llena de significado. Me hace gracia cuando, de repente, María del Mar me habla bajito y me desvela que su "truco consiste en estar presente". Interesante. Tomo nota. María del Mar ofrece atención plena. Ella observa, conecta, conversa.

“Y entonces, mientras pinto, se crea una conexión única que yo siento como un privilegio", me dice muy convencida. "Una persona está ahí, sentada frente a mí, y se me muestra. Ese tiempo compartido es un regalo”. ¡Eureka! Lo acabo de entender. Y tiene mucho sentido. Quien se sienta frente a María del Mar no solo recibe una experiencia, la comparte. Y ella convierte esa experiencia compartida, con tinta y papel, en un maravilloso recuerdo.


El maravilloso recuerdo

Al loro. El valor de Bodas Dibujadas está también en lo tangible. Un papel. Algo de tinta. ¡El retrato! Algo que merece ser conservado. Algo valioso que te llevas a casa y que aspira a resistir el paso del tiempo. Pienso en una frase mientras María del Mar me habla. Y la escribo: no hay filtro de Instagram que pueda competir con un retrato pintado en directo. Ella me está contando, un tanto alucinada, que hay gente que llora al recibir sus acuarelas.

Tomo conciencia también de que cada vez estamos menos acostumbrados a que alguien nos dedique su tiempo sinceramente y, más allá del resultado estético o artístico de sus retratos, sus acuarelas aportan una mirada sincera y amable. "Yo me he dado cuenta en las bodas de lo impactante que es que alguien te atienda y te pinte", me asegura. Escribo en mis notas que María del Mar entrega un trozo de papel, por supuesto, pero lleno de amor, simbolismo y memoria. “La belleza está en los ojos de quien te mira", añade la pintora. "Y yo siempre me propongo sacar lo mejor de lo que tengo delante”. Me queda claro que Bodas Dibujadas es algo más que un simple proveedor.


Algo más que un simple proveedor

En un mundo saturado de impactos y estímulos lo que ofrece María del Mar no me parece un simple servicio. Un informe de Mintel sugiere que el 60% de los consumidores valoran muy positivamente recibir productos tangibles y disfrutar de experiencias personalizadas. Nuestro cerebro lo necesita. Y María del Mar lo sabe. Ella comparte una experiencia y entrega un recuerdo físico de ese momento compartido. “Mi objetivo no es solo entretener o entregar un regalito para cumplir con ese compromiso, yo deseo aportar brillo a las bodas en las que participo y compartir con los invitados una experiencia que les ayude a recordar la boda de una forma más agradable”. Ovación cerrada.

Aviso. Me voy a poner profundo. Contratar a Bodas Dibujadas es una elección genuina. Porque eligiendo a María del Mar, las parejas eligen una forma muy concreta de habitar el mundo. Es una apuesta por las cosas hechas a mano, por lo que no se repite, por lo que requiere cariño, tiempo y atención. Es un acto de rebeldía de alguien que piensa que una boda debe ser también un espacio para el arte, la calma y el encuentro. Y en medio del ruido, ella propone silencio. En mitad del espectáculo, ofrece verdad. Entre tanta diversión, crea memoria. Y en un mundo que no espera, ella se sienta, te mira, te atiende y, sin que apenas te des cuenta, pincelada a pincelada, te recuerda quién eres.

BODAS DIBUJADAS
BODASDIBUJADAS.COM
@bodasdibujadas
Si te ha gustado este reportaje, puedes continuar inspirándote en nuestra sección de estilo, donde nos esforzamos cada día por ofrecer ejemplos responsables e inspiradores de éxito que te ayuden a seguir aprendiendo en este ilusionante y dinámico camino de las bodas.

PATROCINADORES OFICIALES

Publicitat Casanova Foto
Publicitat Fujifilm