Descanso, conciliación y límites en la industria de las bodas

Mientras media España hace la maleta, busca vuelos o reserva tumbonas, en la industria de las bodas estamos a tope. La ironía es evidente. En pleno julio y agosto, cuando el mundo sueña con festivales, siestas y chiringuitos, los profesionales del sector nupcial encadenamos carreras de fondo cada fin de semana. ¿Y el descanso? Bien, gracias.
Pero algo está cambiando. No lo niegues. Durante décadas hemos celebrado la figura del profesional exitoso como alguien siempre ocupado, siempre disponible, siempre alerta. Te habrás dado cuenta de que esa narrativa, pasito a pasito, anda evolucionando. Para medir el éxito, aparte de las facturas emitidas, ahora tenemos muy en cuenta el bienestar sostenido, la relaciones sólidas y cuidadas, y una salud mental estable y equilibrada.
He hablado con compañeros de diferentes ámbitos de nuestro universo para conocer cómo gestionan este sutil equilibrio entre el calendario laboral y el vital. Sus testimonios me han ayudado a trazar las claves para dar el máximo sin renunciar a vivir. Antes de empezar, ¿cómo crees tú que afecta tu trabajo a la calidad de tu descanso?

1. El descanso es salud.
Está demostrado. De hecho, es de sentido común. Descansar es una necesidad básica. Un buen descanso mejora la salud cardiovascular, reduce el estrés y potencia la creatividad. Descansar bien te permite trabajar más (y mejor). No lo digo yo, aunque no hay que ser un lince para entenderlo. Un porcentaje muy alto de los trabajadores que se toman descansos regulares reportan una mayor productividad y un mejor estado de ánimo.
"Llega un día en el que tienes que echar el freno de mano", cuenta Diego Macías, Dj de bodas. Él ha aprendido a decir no a ciertos eventos, y ahora reserva los domingos para su familia y evita las dobles sesiones en un mismo fin de semana que antes asumía sin dudar. "Yo voy cumpliendo años, y mis niños también se hacen mayores y cada vez me reclaman más presencia, así que el descanso se está convirtiendo, al menos para mí, en algo irrenunciable", añade.

2. Tu contexto es importante
No existen fórmulas mágicas para prácticamente nada en la vida. Tu contexto debe ser tu brújula. El faro que te guíe. Wendy, de Bodas de Cuento, lo tiene claro. Ella justifica la necesidad de descanso de su equipo centrándose en todo momento en las distintas circunstancias de todos sus compañeros. "Marina y Ricky, por ejemplo, tienen niños pequeños, y viven el verano desde la necesidad de estar en familia", me dice. "Yo, tras 17 años de carrera, me he permitido bajar el ritmo y disfrutar de una agenda más libre".
Abro el melón de la conciliación. "Mi pareja y yo no somos padres y tenemos la suerte de trabajar juntos, así que lo tenemos bastante sencillo a la hora de organizarnos", sugiere Pablo Béglez, fotógrafo de bodas. "Podemos improvisar escapadas cuando nos apetece y, en gran medida, nos consideramos unos afortunados". En cambio, para Diego Macías, padre de familia, todo requiere logística y renuncias. "Yo he llegado donde estoy, que quede claro, porque tengo una mujer maravillosa que me apoya y se adapta siempre a mi agenda", confiesa.
Ikea, medio en broma, medio en serio, ha creado una campaña publicitaria que alerta de cómo este tipo de desigualdades socioeconómicas afectaban profundamente a la capacidad para el descanso de muchas personas. Su Alianza por el sueño alerta de que dormir bien sigue siendo hoy en día un auténtico lujo para más gente de la que te imaginas. Dicho queda. Mira a tu alrededor y toma tus decisiones en consecuencia.

3. Medir tus ritmos forma parte de tu trabajo
"Con los años he aprendido a adaptarme y a organizar mi ocio en función de mis viajes", me cuenta Javier Abad, fotógrafo en F2Studio. "Y cuando hago mis bodas en Asturias, donde vivo, aprovecho para visitar a la familia, para subir a la montaña, y para disfrutar del descanso de otra manera distinta", añade Abad, que suele viajar a menudo a lugares como Menorca o Barcelona para hacer sus reportajes.
María, la dueña de La Huerta del Sello, organiza sus vacaciones a partir del calendario de eventos de su finca y me explica cómo cierta flexibilidad (y mucha coordinación) les permite tomar aire de vez en cuando. "Somos dos comerciales, así que, cuando tenemos algún fin de semana con solo una boda, una se va y la otra se queda", resume. "Así nos aseguramos de descansar sin poner en riesgo el trabajo". La ciencia le da la razón. Cuando formas parte de un equipo, según este estudio, las estrategias de descanso planificadas mejoran significativamente el rendimiento.

4. Entre lo imprevisto y lo importante
Javier Abad, por ese ir y venir constante que ya he comentado, disfruta de sus vacaciones de una manera que igual te suena. "Siempre estoy trabajando entre comillas y de vacaciones entre comillas", me cuenta. "Si viajo por una boda, me quedo unos días más, veo amigos, y disfruto de lo que surja o de algo que hayamos organizado con tiempo". Un enfoque que diluye los límites y permite encontrar momentos de disfrute incluso en plena temporada.
Este tipo de microdescansos mejoran la memoria y el rendimiento cognitivo a corto plazo y cada vez son más las personas que buscan fórmulas genuinas para combatir a la dopamina a través de pequeñas escapadas de desconexión breve, pero real. "Después de tantos veranos exigiéndome al máximo, ahora valoro mucho más el tiempo libre", apunta Wendy, de Bodas de Cuento, que ha creado a su alrededor un equipo que le permite optimizar sus esfuerzos y su presencia. "Es un verdadero lujo poder improvisar planes con una agenda más abierta que me permite fluir, descansar y disfrutar de la vida sin que el trabajo se resienta", concluye.

5. Decir no también es cuidar al cliente
Tal vez no necesitamos tanto veinte días de descanso como un ligero cambio de mentalidad. Un profesional agotado ofrece un peor servicio. Es indudable. Tener hábitos saludables, rutinas consistentes, un día a día sostenible en el tiempo, es casi más importante que refugiarte en un hotel de esos de todo incluido una semanita al año. La clave está en cambiar el chip y comprender que tener un horario razonable de trabajo o poner límites firmes en tu disponibilidad no es egoísmo, sino una forma de preservar la calidad de tus servicios. "He aprendido a rechazar ciertas ferias o eventos menores que alteraban mi descanso", cuenta Diego. "Antes lo cogía todo. Hoy, ya no", sentencia.
"Al final todos intentamos encontrar el equilibrio entre el disfrute y nuestros compromisos y objetivos profesionales, pero no es fácil siendo autónomo o empresario", añade Wendy, que es muy consciente de lo importante que es conocer cuáles son tus propios límites para no superarlos jamás. Ojito con esto. Estar quemado, el famoso Burnout, es una condición laboral reconocida por la World Health Organization en su Clasificación internacional de enfermedades relacionadas con el trabajo. Cada vez más personas se exprimen hasta que se ponen, literalmente, enfermas. Tenlo en cuenta. Por favor.

6. El plan B
Y si el calendario no te deja respirar en verano, igual podrías mover ese merecidísimo descanso a meses menos demandados. "Yo me organizo el año a sabiendas de que, a partir de diciembre, cuando acabo de entregar mis reportajes, llegan enero, febrero, marzo... y puedo hacer los planes que me apetezcan", me dice Javier Abad. "Yo también me he acostumbrado a tener vacaciones en invierno", añade María. "Y al final tiene su parte positiva porque no hay colas, no hay gente, y desconectas igual o mejor", asegura.
"Judith y yo nos consideramos unos vividores, porque no dependemos de nadie, viajamos cuando queremos y estamos de vacaciones tres meses al año", insiste Pablo Béglez. De hecho, el Time asegura que llevar la idea de unas vacaciones estándar a retiros estratégicos fuera de temporada puede ofrecer incluso un efecto reparador mayor que las vacaciones de verano de toda la vida.

7. Ocio como parte del plan profesional
Ya sé que eso de escondernos durante unos días sin querer saber nada de nadie no encaja de momento con el proveedor de bodas promedio. Sin embargo, recientes estudios destacan que desconectar por completo (sin emails ni alertas) aumenta los beneficios del ocio. Está comprobado que los trabajadores que cortan del todo durante sus vacaciones presentan mejoras cognitivas sostenidas durante semanas. Cómo será el tema, que hasta la legislación española reconoce el derecho a la desconexión digital.
La adaptación a los nuevos contextos laborales del mundo tecnológico e hiperconectado en el que vivimos es algo que preocupa e interesa, y muchas industrias creativas están reformulando la cultura del siempre disponible por modelos más humanos y sostenibles. Un fin de semana sin mirar el móvil, por decirlo de alguna manera, puede ser tan regenerador como un viaje a Bali.
Y no quiero rematar este artículo sin ofrecerte el checklist definitivo. Cuidar el descanso es cuidar tu carrera, tu creatividad y tus clientes. No queda otra. Cuídate. Y si ya vamos tarde, que te conozco, que no se te pase de cara al verano que viene (guiño). Ahora en serio. Te dejo una lista con algunas tareas a tener en cuenta para que estés a tope sin renunciar a tu vida:
- Establece horarios razonables, claros y aprende a comunicarlos.
- Reserva al menos un día libre a la semana (y cuídalo como oro).
- Planifica con antelación tus semanas de descanso.
- Practica el "no consciente" (decidir qué no hacer).
- Protege tu tiempo como proteges tus entregas.
- Memoriza que el descanso también es parte del servicio.
La clave no es el destino, sino la intención. Parar para reconectar contigo y con lo que amas, con lo que te gusta y te hace bien. El éxito no debería medirse por cuánto produces, sino por cuánto vives lo que produces. En el Magazine de Unionwed confiamos en ti. Ya lo sabes. ¡Dale!

Si te ha gustado este reportaje, puedes continuar inspirándote en nuestra sección de consejos, donde nos esforzamos cada día por ofrecer reportajes inspiradores e interesantes que te ayuden a seguir aprendiendo en este ilusionante y dinámico camino de las bodas.
