La boda en Santorini de Marjory y Aaron
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Os pongo en situación. Acabo de ver el tráiler de una boda en el Mediterráneo y pienso que me encantaría ver el trabajo final de ese reportaje, el vídeo largo, el que de verdad la pareja volverá a ver dentro de unos años para revivir una y otra vez ese inolvidable día. Me apetece, además, conocer más detalles sobre Marjory y Aaron, los novios, y sobre cómo los chicos de MADE IN VIDEO, Jonás y Esther, pueden organizarse así de bien para obtener unos resultados tan espectaculares.
Les mando un audio por WhatsApp y me responden, los dos, sincronizados. Es impresionante cómo coreografían sus voces para contarme su historia, juntos, sin pisarse en ningún momento. Creo que entenderse así de bien debe ser la materia prima de su talento. Estamos un par de semanas intercambiando audios interminables hasta que decidimos compartir este artículo, escrito por Esther, sobre esta maravillosa boda en Santorini, que refleja el esfuerzo y la dedicación que estos maravillosos videógrafos ponen en cada reportaje.
Antes de la boda
Nuestros Wedding Films completos forman parte de la identidad de MADE IN VIDEO, y creemos que en ellos se muestra lo incansables y cuidadosos que somos. No solo respecto a lo que grabamos durante la boda, ya que ese día no paramos, o por el valor añadido que supone que seamos dos videógrafos en cuanto a la calidad de las imágenes y del audio, sino también por el tiempo que le dedicamos a la edición. Porque en la edición logramos nuestro sello a través de la narrativa, el color grading, la sinergia de la música, etc.
De cualquier forma, somos profesionales de la industria creativa y tratamos de mostrar nuestro trabajo de diversas maneras, normalmente con versiones cortas adaptadas a lo que las redes sociales demandan. Y es probable que, cuando una pareja nos encuentra y nos pide presupuesto, en la respuesta, además de lo que nos piden, incluyamos 4 ó 5 de nuestros Wedding Films. Que ellos vean (o no) algo muy parecido a lo que será su video de bodas, hecho a nuestra manera, suele ser decisivo.
Instagram y las wedding planners son los principales canales por donde nos encuentran las parejas. Marjory y Aaron, de hecho, nos encontraron a traves de unas wedding planners de Santorini, Tie The Knot, con las que habíamos trabajado antes y que habían quedado muy contentas con nuestro trabajo. A la pareja le encantó nuestro estilo y entonces hicimos una videollamada para conocernos justo antes de cerrar la boda. Fue amor a primera vista, hubo una química increíble, charlábamos casi como si fuéramos amigos. Todo fluyó. A ellos les flipaban nuestros vídeos y tenían confianza en nosotros. Para nosotros ellos son maravillosos. Perfect match. Y nos contrataron. Cuando hacemos una videollamada, el ratio de parejas que nos termina contratando suele ser muy alto. No siempre terminamos haciendo videollamada pero, si la hay, solemos cerrar la boda siempre.
El equipo
Todo el mundo que nos conoce sabe que somos muy digitales. Y nuestras mochilas van siempre cargaditas, incluidos nuestro Kindle y unos cascos inalámbricos, que siempre van con nosotros. Nuestra filosofía respecto al equipo se basa en la búsqueda del equilibrio entre la comodidad y la máxima exigencia. Que sea muy equilibrado, es decir, lo más minimalista posible para poder trabajar con agilidad y rapidez, pero sin comprometer la calidad. No vamos a dejar de llevar un monopié porque sea difícil de transportar si gracias a él un discurso de 30 minutos está mucho mejor estabilizado que grabado cámara en mano.
Nos gusta viajar sin facturar. Con esto en cuenta, esto es lo que llevamos: tres Sony A7s III y varias focales fijas: 24 mm, 35 mm, 50 mm, 85 mm, además de un telezoom para la ceremonia y los discursos de la cena. Filtros ND. Un gimbal DJI Ronin RS3. Un monopié de Manfrotto. Nuestro drone DJI Mini 4 Pro. Equipo de iluminación, normalmente un foco principal y uno auxiliar. Para que el audio sea inmejorable, llevamos múltiples grabadoras externas y micrófonos de solapa. También llevamos el portátil y discos duros. Y durante la boda lo usamos todo.
La boda
Siempre decimos que para nosotros lo más importante de una boda es nuestro vínculo con la pareja y la relación que ellos tengan el uno con el otro. Cuando estas dos conexiones se dan de forma significativa se produce la magia. Da igual que estés en el venue más espectacular, con la decoración más moderna, que esté sonando una súper banda de música, y estés rodeado de los invitados más chic… Si no existe esta doble conexión, puedes hacer un trabajo bonito, pero nunca será extraordinario, porque la cámara habla y, mal que nos pese a veces, todo se transmite.
En el caso de Marjory y Aaron ambas conexiones fueron un 10. ¡O un 20! Eso para nosotros fue lo que más contribuyó a que todo fluyera increíble. El amor del uno por el otro ponía los pelos de punta, y su confianza en nuestro trabajo nos ayudó a sacar lo mejor de nosotros mismos.
El mayor desafío fue sin duda alguna el viento. No es casualidad que el nombre del venue sea Cavo Ventus. Para nosotros es súper importante capturar un audio de calidad y fue un reto porque parecía que todos íbamos a salir volando. Así que tuvimos que colocar un dead-cat gigante, y tal vez demasiado llamativo, en el micrófono de la ceremonia para que el sonido fuera limpio.
Por otro lado, a pesar de que nosotros ya tenemos mucha experiencia cubriendo bodas en el extranjero, siempre existen dificultades particulares en las bodas de destino, ya que, de alguna manera, siempre jugamos fuera de casa. Viajar cansa, debes invertir más tiempo, por ejemplo, para localizar, sobre todo, si no hemos estado nunca antes en el venue. Sin embargo, esta boda en Santorini fue un regalo, un evento de nuestro estilo total, o incluso más sencilla de lo habitual, puesto que eran muy poquitos invitados.

La cobertura
Jonás y yo tenemos ya una sinergia muy currada a lo largo de los años. Cada uno sabe perfectamente lo que tiene que hacer en la boda, cuál es su rol. Hemos sabido detectar cuáles son las fortalezas de cada uno y las hemos potenciado, esto no sólo nos da buenísimos resultados sino que tambien nos permite sentirnos importantes y muy a gusto con lo que tenemos que hacer.
En líneas generales, en las bodas, intentamos no duplicarnos nunca. Si hay dos escenas paralelas cada uno está cubriendo una distinta. Por ejemplo, Jonás se encarga de los preparativos del novio mientras yo estoy con la novia, o yo documento el cocktail mientras Jonás graba los detalles del banquete. Cuando los dos estamos cubriendo la misma acción tenemos dos lentes muy diferentes: en el primer baile, Jonás graba con un 24 mm y yo con el 50 mm o el 85 mm. En momentos clave, además, cada uno está grabando de una forma distinta: Jonás se encarga de llevar el gimbal para hacer tomas más espectaculares mientras yo grabo todo cámara en mano para conseguir planos más orgánicos y naturales. Esta manera de organizarnos aporta a nuestros vídeos mucha fluidez y variedad visual, y facilita enormemente la edición y el montaje.
Además, durante todo el día aplicamos lo que nosotros llamamos "escudo mutuo". Esto quiere decir que en todo momento uno de los dos siempre está grabando, visible, para no perderse nada, mientras el otro puede centrarse en la producción de 4 tareas imprescindibles para nosotros: location scouting (elegir dónde se hace la sesión de pareja), gestión del sonido (poner y quitar grabadoras de audio para la ceremonia, banquete y otros momentos), iluminación (adelantarse a los momentos que requieran colocar el foco, elegir dónde, etcetera) y drone. De esta forma los dos trabajamos tranquilos.
La boda de Marjory y Aaron es una boda 100% Made in video. Nosotros estamos especializados en bodas de lujo de destino en el mediterráneo. Por lo que cada año, además de en Mallorca, hacemos bodas para extranjeros que se casan en Barcelona, Italia, Francia o Grecia. Tal vez lo que puede diferenciar esta boda de otras que solemos hacer fue el reducido número de invitados, que nos permitió dedicarle más tiempo que en otras bodas al trabajo editorial. Generalmente, cuando hay muchos invitados, están pasando muchas cosas a la vez y debes tener bajo control espacios enormes. Necesitas más tiempo para sacar adelante la parte documental y te queda menos para los retratos, por ejemplo. Sin embargo, en este caso, con poquitos compromisos que atender, ellos pudieron dedicar más tiempo a la sesión de pareja o incluso a hacerse algunos retratos durante los preparativos. Aunque no siempre nosotros tengamos el control sobre qué se puede y qué no se puede hacer, tener más archivos esteticamente poderosos nos permitió que el vídeo de esta boda en Santorini terminara siendo espectacular y muy en la línea de lo que ahora mismo está en tendencia en nuestro sector.
Ese aire sofisticado depende sobretodo de cómo sea la boda. Nuestra filosofía es capturar la esencia de cada boda, pero generalmente al trabajar en bodas de alto presupuesto, nuestro portfolio suele tener esa elegancia y esa sofisticación que está condicionada sobretodo por el tipo de clientes que nos contratan. Cuando viajamos fuera, de hecho, solemos hacer más hincapie en hacer planos de recurso del lugar donde se celebra la boda, que suele ser impresionante. Porque para nosotros sigue siendo increíble que Marjory, de Canadá, y Aaron, de Australia, que viven en Hong Kong, nos lleven desde España a filmar su boda en Santorini. Cuando documentamos una boda de mallorquines en Mallorca, por ejemplo, no solemos hacer tantos planos de recurso del sitio. Pero en este caso teníamos claro que el lugar, sin duda, debía ser un protagonista más de su historia. Es lo que hacemos habitualmente, ya que casi todas nuestras bodas son eventos de extranjeros que deciden casarse en un lugar que es significativo y especial para ellos.

Comunidad
En general, para nosotros el proveedor más importante de una boda son los fotógrafos y fotógrafas. La relación con ellos es fundamental para que el día sea lo más agradable posible y para sacar el trabajo adelante, ya que con ellos estamos codo con codo todo el día, y sus decisiones de estilo, luz, colocación, van a influir directamente en nuestro trabajo, al igual que nuestras decisiones influyen en el suyo. De entrada, nuestra filosofía es el trabajo en equipo. Comunicarnos y coordinarnos durante todo el día. Asegurarnos de conseguir lo que necesitamos y, por supuesto, también de que ellos lo consiguen. Por ejemplo, en una salida de los novios en la ceremonia es fundamental saber si todos vamos a colocarnos al final del pasillo para filmar cómo se acercan o, por el contrario, vamos a ir caminando junto a ellos. También es fundamental repartir tiempos, respetar el trabajo de cada uno, sobre todo cuando tenemos estilos totalmente diferentes. Nuestro rol en las bodas es muy activo, es decir, no somos los videógrafos que se quedan detrás del fotógrafo y roban sus poses. Nosotros también dirigimos a la pareja, les damos directrices, elegimos localizaciones y luces, por lo que el reto a veces es encontrarte con fotógrafos que entiendan y respeten nuestra manera de trabajar.
Para nosotros, además, es fundamental que las wedding planners sean muy comunicativas durante todo el día, que nos pidan feedback, no sólo durante la boda sino también antes, para poder tomar decisiones previas que pueden influir mucho en el timeline de la boda, sobre todo para que nos hagan un hueco reservado especialmente para la sesión de pareja. Los técnicos de audio también suelen ser grandes aliados para nosotros, ya que necesitamos de su colaboración para obtener un buen sonido de algunos momentos relevantes.
En general, nos encontramos siempre con muy buenos proveedores, muy profesionales, y la mayor parte de las veces es un placer y un lujo hacer equipo y sentir que todos vamos remando en la misma dirección. En la boda de Marjory y Aaron fue exactamente así. Sin embargo, con el paso de los años, y después de hacer cientos de bodas y coincidir con todo tipo de profesionales, nos hemos hecho lo suficientemente autónomos como para que el resultado de nuestro trabajo no dependa de ningún proveedor. Es decir, hemos adquirido un rol súper activo para que nuestro trabajo sólo dependa de nosotros mismos y para que podamos sacar un gran trabajo adelante, incluso cuando te tropiezas con un fotógrafo que no te respeta, o con una wedding planner con la que, por lo que sea, no te comunicas.
La edición
Lo que más caracteriza nuestra edición es la búsqueda perfecta del equilibro entre varios elementos. Que el resultado sea emocionante y divertido. Que sea moderno, pero a la vez atemporal. Que sea documental sin dejar de ser editorial, fashion, trendy... Que sea alegre. Y que esté enfocado en la narrativa.
Nuestros vídeos se estructuran, generalmente, en dos partes principales. La primera parte del vídeo es más romántica y en ella intentamos dar a conocer a los protagonistas a fondo, su mundo, sus gustos, quiénes y cómo son. La segunda parte, como ya les conocemos, ya les tenemos cariño, y ya nos ha conquistado su historia, la trabajamos para que podamos divertirnos con ellos. De hecho, las bodas son así. La primera parte es más íntima e introspectiva, mientras que la segunda parte, una vez que termina la ceremonia, es más festiva y desenfadada. Va de lo íntimo a lo espectacular. Lo primero que buscamos al revisar el material es ese no sé qué que hace especial esa boda. Y nos centramos principalmente en buscar la parte emotiva y romántica, ya que para nosotros las bodas son una celebración del amor, y, cuando la boda nos lo permite, el amor suele ser el eje central de nuestros vídeos.
La mayoría de las veces tenemos la suerte de que los novios expresan sus votos, como hicieron Marjory y Aaron, y podemos convertir sus discursos en el hilo conductor que estructura el vídeo. Por un lado, porque los protagonistas de una boda son precisamente ellos, y para nosotros utilizar sus palabras, en primerísima persona, es mucho más emocionante y personal, y nos aporta información sobre si son más románticos, bromistas, etcétera. Cuando no hay votos, solemos utilizar como recurso narrativo un speech emotivo de alguien importante para ellos. Si no lo hay, elegimos una parte emotiva de la ceremonia, o algún momento relevante que cuente algo de su historia
Inevitablemente, para acompañar estos votos, esta voz en off, estas palabras románticas, lo ideal es contar con imágenes de ellos dos, juntos, que complementen perfectamente lo que oímos. Nosotros solemos apoyarnos en los retratos de pareja o, como en esta boda en Santorini, en su sesión preboda, que contrataron los novios, y que nos permitió contar con más material de la pareja de lo que solemos tener habitualmente. Por lo general, a lo largo del vídeo buscamos que todas las escenas estén muy bien filmadas, como se haría en una película, y ofrecer una experiencia inmersiva a quien lo vea, como si te teletransportaran allí. Esta es una de las cosas que más nos comentan nuestras parejas cuando ven su Wedding Film. Para conseguirlo debemos documentar todos y cada uno de los detalles, si hay puestos de comida, grupos tocando, gente caminando de un lado para otro, etcétera, sin dejar de buscar la excelencia estética y narrativa a través de una gran variedad de planos y ángulos que cuenten la boda de forma fluida y espectacular.
Siempre contamos con planos generales, cuando se puede a vista de drone o alejándonos de la escena para coger la visión más amplia posible, con planos medios de los grupos de gente interactuando entre ellos, reaccionando unos con otros, con primerísimos planos de invitados, y con planos detalle de la comida, la bebida, los complementos... Intentamos que todas las escenas cuenten, todo el tiempo, con toda esta variedad visual, porque cada plano cuenta cosas distintas y la combinación de todos ellos posee un poder narrativo incuestionable.
Respecto al color, siempre nos ha importado mucho y hemos intentado seguir aprendiendo cada día e introducir los workflows más profesionales posibles. De ahí que siempre estuviéramos interesados en dar el salto a Da Vinci Resolve, ya que este software cuenta con las mejores herramientas de color grading. Estamos enamorados de este programa y vamos aprendiendo cosas nuevas todos los días. Al trabajar en el perfil logarítmico Slog de nuestras cámaras, Resolve nos ofrece las mejores herramientas de color management para normalizar la imagen a REC709 y nos permite usar Da Vinci wide gamut, un espacio de trabajo del color que ofrece más flexibilidad que ningún otro para manipular las imágenes.
Nuestro objetivo ha sido siempre tratar de lograr un color que sea muy natural, ya que tiene mucho sentido que sea así por ser las bodas un género documental, pero siempre buscando que la imagen también contenga algunas de esas características tan encantadoras de la película analógica, que ofrecía colores más densos, grano, halation, o un roll off muy suave en los altos brillos. Por tanto, frente a la cultura de tratar simplemente de poner un lut que nos transforme la imagen totalmente, lo que buscamos es trabajar en pulir esos pequeños detalles. De hecho, le damos tanta importancia a que el color sea coherente y armónico durante todo el Wedding Film que, cuando nos es imposible hacer un buen balance de blancos y un plano importante no tiene el color que mejor nos encaja, preferimos incluirlo en blanco y negro junto con otros planos que simplemente se ven más espectaculares de esa manera, distribuidos estratégicamente a lo largo del vídeo, para que, a través de la mezcla de un color bien trabajado y de todos esos planos en blanco y negro, el montaje final posea todavía más ritmo y variedad visual.

Después
Después de editar la boda y tener listo nuestro Wedding Film, lo subimos a Vimeo para que la pareja lo pueda ver y compartir con todo el mundo. Como decíamos al principio, en algunas plataformas como Instagram o TikTok funcionan mejor los formatos cortos y, en otras, como Youtube o nuestra web, encajan muy bien los formatos más largos, así que jugamos con eso. En la boda de Marjory y Aaron compartimos absolutamente todo y, al ser una boda más especial y espectacular, también creamos algunos reels para promocionarla y generar un mayor impacto en nuestra comunicación.
Todavía hay parejas que nos encuentran por Google o Youtube, que funciona también como un buscador, y es maravilloso cuando esa primera impresión la obtienen a través de uno de nuestros vídeos largos. Sin embargo, ya que Instagram es, a día de hoy, uno de los principales canales por donde las parejas dan con nosotros, lo que hacemos es subir tráilers, hacer montajes específicos para estos canales, fundamentalmente reels en formato vertical, y también compartir momentos significativos extraídos de nuestros Wedding Films. Sin embargo, como ya he comentado, nuestros Wedding Films son nuestra identidad, nuestro trabajo final, y nuestro negocio gira en torno a ellos. Así que todos nuestros vídeos pueden verse completos tanto en nuestra página web, como en YouTube y Vimeo
La versión reducida de esta boda en Santorini obtuvo el premio al mejor tráiler del 2023 en Photoforum Barcelona, así que muchas personas conocerán a MADE IN VIDEO gracias a él. En este artículo hemos intentado trasladar la idea de que, además de las versiones cortas que solemos consumir en redes sociales, debemos conocer el trabajo final de los profesionales que nos inspiran, para saber quiénes son realmente y qué ofrecen a las parejas que les contratan. Desde UNION.WED os animamos a ver el vídeo largo de la boda de Marjory y Aaron, para que sintáis hasta qué punto una historia bien contada puede convertirse, con el tiempo, en una poderosa herramienta de memoria y comunicación.
Brindo por Esther y Jonás y por su capacidad para ofrecer a sus parejas trabajos responsables y hermosos. Gracias guapos. ¡A seguir!

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