Un vistazo al futuro de los lugares de celebración

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Un vistazo al futuro de los lugares de celebración
Christian Baeza

En un futuro no tan lejano, los espacios para bodas no serán solo escenarios para una fiesta: serán lugares inspiradores adaptados con criterio para acoger y abrazar la historia única de cada pareja. La innovación arquitectónica, la tecnología y una mayor conciencia sobre la sostenibilidad abrirán un abanico de posibilidades apasionante. Y cada tendencia será una oportunidad para crear experiencias más significativas.

María, la gerente de La Huerta del Sello, una casa neoclásica del siglo XIX en plena Vega de Granada, lo tiene claro: "Hay parejas muy contagiadas por eso del más y más y más, y esas bodas terminan pareciendo yinkanas", asegura. "Yo creo que hay que conectar con el ambiente y, sobre todo, ofrecer alternativas para que cada pareja haga suyo el espacio y entre todos lo convirtamos en un lugar donde compartir momentos inolvidables".

1. Espacios transformables

La tecnología permitirá convertir un espacio en múltiples ambientes: estructuras móviles, iluminación dinámica, atmósferas personalizadas. Todo será adaptable y sorprendente. En la Huerta del Sello lo tienen claro. "Cuando llegan unos novios aquí y entran por la puerta y van descubriendo los espacios, siempre tratamos de que se vean vestidos de novios entrando por el pasillo de cipreses, y que conecten con el momento tan precioso que están viviendo y visualicen cada espacio como ellos lo deseen", me comenta María.

Para crear un espacio que refleje la identidad de cada pareja hay que diseñar con intención. Y aprovechar cada recurso técnico para enfocarse en algo concreto. Y usar la escenografía como forma de contar algo único y emocionante. Lo importante no es simplemente impresionar. "De hecho, nosotros en 2003 tiramos el edificio original y construimos el actual con la intención de mantener la esencia señorial del primero, pero creando espacios versátiles y flexibles que ahora nos permiten que cada pareja los adapte a sus necesidades y a su propia identidad", añade.

La Huerta del Sello

2. Espacios habitables

Aunque el impacto visual seguirá siendo importante, los lugares del futuro pondrán el foco en el bienestar y deberán cuidar la comodidad y las atmósferas cálidas y acogedoras. Serán espacios habitables, no solo fotogénicos. "La comodidad es, al menos en nuestra finca, lo que las parejas buscan de una manera cada vez más evidente", insiste María.

Hay que organizarlo todo poniendo a las personas en el centro. Crear zonas de reposo, de conversación, de juego. Y que la boda no se viva simplemente como un espectáculo, sino como un encuentro auténtico. "Para eso hay que gestionar bien los accesos y el aparcamiento, adaptar los espacios a las personas con movilidad reducida, ofrecer lugares de sombra, de descanso...", enumera María. "En nuestro caso, además, tenemos un saloncito con baño privado para los novios, por ejemplo, que aporta intimidad y un punto extra de confort".

Christian Baeza

3. Espacios únicos

En una época donde todo tiende a parecerse, lo que tenga identidad propia va a destacar. No importa si el lugar tiene siglos de historia o fue construido ayer, lo que marcará la diferencia será la intención con la que se habite. "Nosotros sabemos que la Huerta del Sello tiene una esencia muy personal y la potenciamos a través de una decoración muy cuidada de casa señorial, con muchos elementos de decoración relacionados con el arte, los recuerdos y ese aire elegante y familiar que desprende el edificio".

Hay que valorar lo singular. Reutilizar espacios con alma. Contar historias propias. Cuidar los detalles. Que el lugar no solo se adapte a la boda, sino que la potencie con su carácter. "Yo ya fui a la facultad a sabiendas de que mi trabajo iba a ser sacarle rendimiento al negocio familiar, adaptándolo a los nuevos tiempos y convirtiéndolo en un lugar flexible y atractivo para la mayoría, pero siempre respetando su espíritu", sostiene María. "Y no sé si nuestra finca le gustará a todo el mundo, pero me consta que a quien le gusta, le gusta mucho".

mariscalariza*

4. Espacios memorables

La arquitectura y el diseño deben verse desde ya como herramientas para crear emoción. Desde un jardín íntimo hasta una nave industrial reinventada, todo puede transformarse en el escenario perfecto si se construye desde la sensibilidad. "Que todos los invitados se emocionen juntos y compartan momentos inolvidables es el objetivo principal de los que trabajamos en bodas", asegura María. "Y para eso es imprescindible que conectemos con la pareja y aportemos toda nuestra experiencia para que terminen sintiéndose como en casa y aprovechando al máximo el potencial de nuestros espacios".

Estamos de acuerdo. Hay que diseñar desde el afecto. Pensar en cómo se sentirá una persona al entrar y al habitar cada lugar. Crear contextos acogedores. "Y es importante que seamos capaces de transmitir en base a nuestra experiencia qué lugares son los mejores para según qué cosas, y que las parejas entiendan dónde y cómo pueden llevar cada espacio a su terreno”.

La Huerta del Sello

5. Espacios sostenibles

Y todo lo que hemos enumerado hasta aquí, cada vez con mayor fuerza, girará alrededor a la sostenibilidad. El futuro de los lugares de celebración, dicen los expertos, pasa por el respeto al entorno. Veremos construcciones bioclimáticas, haremos un uso responsable de los recursos, y trabajaremos la integración con el paisaje. Todo contribuirá a una nueva estética nupcial más consciente que se asiente en la reducción y la reutilización.

"Nosotros, por ejemplo, siempre recomendamos proveedores locales, y tratamos de crear un espíritu común y ser responsables con nuestra visión de lo que debe ser una boda", asegura María. "Porque las parejas vienen a menudo con la idea de convertirlo todo en una feria y tenemos muchas veces que reorientarles hacia la boda que les haga felices de verdad", me confiesa María.


En el futuro, al parecer, los lugares de celebración serán más versátiles, sostenibles, personalizados y creativos que nunca. "Sin embargo, debemos seguir reivindicando el lugar de celebración como parte del recuerdo", sugiere María, que tiene claro que quienes diseñen espacios con emoción, ética y belleza estarán creando más que escenarios, estarán aportando memoria. "Porque después de la boda queda bastante claro que todo se basa, en realidad, en algo súper concreto: cómo te hizo sentir", concluye.

Si te ha gustado este reportaje, puedes continuar inspirándote en nuestra sección de consejos, donde nos esforzamos cada día por ofrecer reportajes inspiradores e interesantes que te ayuden a seguir aprendiendo en este ilusionante y dinámico camino de las bodas.


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